Si trabajas con compresores de aire y alguna vez se te ha pasado por la cabeza, no lo hagas. No uses una alargadera eléctrica con el compresor. Uno de los errores que hemos visto en ocasiones es recurrir a las alargaderas eléctricas sin tener en cuenta su sección, longitud o la potencia del equipo. Puede parecer una solución rápida, pero lo cierto es que un mal uso de este tipo de extensiones puede provocar fallos graves en el motor y reducir la vida útil del compresor. Y nadie quiere eso precisamente.
Cuando usamos compresores con motor eléctrico monofásico y el lugar de aplicación del aire comprimido está alejado de la toma de corriente eléctrica, deberemos tener mucho cuidado. En este artículo queremos compartir algunas recomendaciones prácticas para que sepas cuándo evitar las alargaderas, qué riesgos implican y cuál es la alternativa más segura que tienes a tu alcance.
Por qué no es recomendable usar alargaderas eléctricas con compresores
Los compresores con motor monofásico necesitan una alimentación estable para arrancar y funcionar correctamente. El uso de alargaderas con cable de una sección incorrecta (inferior a la necesaria), puede provocar daños irreparables al motor eléctrico. Debido a que la tensión que alimenta el compresor no es la adecuada.
Cuando utilizamos una alargadera inadecuada, la tensión que llega al motor se reduce, pudiendo ocasionar problemas como:
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Sobrecalentamiento del motor por falta de intensidad suficiente.
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Arranques fallidos o intermitentes, que fuerzan los componentes eléctricos.
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Daños irreparables a medio plazo, tanto en el motor como en la instalación eléctrica.
Entonces, ¿Por qué te contamos todo esto? Porque desde Fisalis, lo último que queremos es que tus equipos se dañen. Para evitar este tipo de problemas lo que debes hacer es utilizar una alargadera neumática. 
Lo más seguro es usar alargaderas neumáticas
Es siempre preferible el uso de alargaderas neumáticas que no van a generar ningún daño ni al compresor ni a la aplicación en la que estemos usando el aire comprimido.
Las mangueras de aire comprimido permiten trabajar a distancia sin comprometer el rendimiento del compresor ni su seguridad. Además:
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No afectan al suministro eléctrico del motor.
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Se adaptan fácilmente a diferentes longitudes según la instalación.
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Reducen el riesgo de sobrecargas o averías.
De esta forma, el compresor permanece en un lugar seguro y ventilado, mientras que la alargadera neumática lleva el aire hasta donde lo necesites.
En caso de que se den algunas circunstancias y el uso de una alargadera eléctrica sea obligatorio, consulte la sección que deberá tener la manguera eléctrica, para no causar daños. Si tienes dudas, lo más recomendable es consultar las tablas de secciones eléctricas o preguntar directamente a un técnico especializado antes de poner en marcha el compresor. Una revisión previa puede ayudarte a prevenir casi cualquier problema.
En definitiva, el uso de alargaderas eléctricas con compresores debe ser siempre la última opción, y nunca sin asegurarse de que cumplen con la sección adecuada. Desde Fisalis Compresores, nuestra recomendación es apostar siempre por alargaderas neumáticas, que garantizan seguridad, eficiencia y mayor vida útil de tu equipo. Contacta con nosotros si necesitas apoyo profesional con tus compresores de aire.